viernes, 30 de marzo de 2012

Santa María Tonanzintla.

Tonanzintla



Santa María Tonanzintla, Municipio de San Andrés, Cholula Puebla
Es un poblado situado a 10 km, al sur de Puebla, en el municipio de San Andrés, Tonantzintla, proveniente del náhuatl TONANTIN y TLA, formando el significado de “Lugar de nuestra señora madre”, que a la llegada de los españoles este nombre se modificó adoptando el nombre de Santa María, dándole lugar a la Virgen María.
Esta población alberga una de las joyas más ricas del Barroco Mexicano: La iglesia de “Santa María Tonantzintla”, lugar más representativo de la religión católica y el templo principal del pueblo, el cual representa un testimonio fehaciente de la religiosidad del mismo.
La edificación de este lugar es única, forma parte del patrimonio nacional y se considera una de las mayores expresiones del Arte Barroco.
La historia de este lugar se remonta hasta la época prehispánica, formaba parte de la ciudad de Chulula; en este sitio se encontraba un pequeño Teocali (en náhuatl, “Casa de Dios”) o templo, dedicado a la Diosa Tonantzin: deidad de la tierra. Su construcción se inició en el siglo XVI, abarcando cuatro etapas finalizando hasta el siglo XIX.
La primera etapa de construcción se inició a mediados del siglo XVI, con un pequeño santuario cuyos vestigios se localizan hacia el norte de la iglesia esta etapa llegaría hasta mediados del siglo XVI, cuando se habría edificado la estructura arquitectónica que sería la base del templo actual que constaba de una nave sin crucero y una fachada muy sencilla, hoy destruida.
En la segunda etapa de construcción a finales del siglo XVII y comienzos del XVII, fueron construidas la torre, la cúpula, el crucero y una pequeña sacristía, también se realizaron labores de estuco del ábside del crucero del retablo principal.
La tercera etapa y la más importante comprende la mayor parte del siglo XVIII se completa el edificio tal y como lo conocemos en la actualidad además se amplía la nave ocasionando que la torre quedara dentro de la nave, esto trajo como consecuencia la construcción de una nueva fachada.
En la cuarte y última etapa comprende los siglos XIX y XX, en donde se realizaron los detalles finales.
La fachada del Templo está cubierta de azulejos de talavera y se terminó en 1760, fue reconstruida en 1941 después de un incendio.
En el atrio se pueden ver imágenes de los santos con pelucas de cabello natural. Cada una de las figurillas compuestas por ángeles morenos, nichos con penachos de plumas, frutas tropicales y sobre todo mazorcas de maíz, fueron laboriosamente creadas con una mezcla de barro, paja y una sustancia viscosa extraída de la hoja de maguey y luego horneadas y coloreadas especialmente para ser una pieza más dentro del engranaje visual que ofrece el interior de la iglesia.
Debajo de la recargada cúpula que custodia el altar mayor, los indígenas quisieron esconder alla, uno de los secretos mejor guardados y que hoy, pocos han descubierto. Quien se pare debajo de ella (de espaldas al altar, frente a la entrada) y levante la vista intentando hacer foco justo en el centro, verá que entre los pequeños querubines, emerge la cara del niño Jesús.

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